Naian González Norvind: arte y pasión

La violinista y actriz mexicana nos platicó de su familia, de sus proyectos y su ajetreada vida entre México y Nueva York. Naian Norvind lleva en su sangre el amor por el arte y no deja de prepararse y aprender para llegar hasta donde sus límites se lo permitan. Le preguntamos algunas cosas divertidas y esto fue lo que descubrimos.

Cuéntanos de tu más reciente proyecto cinematográfico con el director Michel Franco.

Es una película que se llama Lo que algunos soñaron. Me gustaría poder decir más, pero por ahora no puedo. Lo que sí les puedo decir es que es un gran proyecto y estoy feliz de ser parte de él. 

 

¿Cómo es trabajar con Michel Franco? 

Apenas empezamos a filmar hace unos días, entonces lo sigo descubriendo, pero lo estoy disfrutando muchísimo. 

 

¿Qué es lo que más te gusta de venir de una familia de actores?

El haber crecido expuesta a un arsenal de todo tipo de cine y teatro, de arte en general. Siempre hemos encontrado comunión alrededor de una película o incluso de una actuación, es casi como ir a misa ir a ver una obra o una película.

 

¿Qué impacto tiene el trabajo de tu madre, la actriz Nailea Norvind, en tu carrera? 

Su impacto está en el origen de mi carrera. Haber sido testigo de alguien tan apasionada por lo que hace provocó en mí un contagio irremediable. 

 

¿Qué es lo que más admiras de tu hermana Tessa Ia y qué puedes aprender de ella para futuros proyectos?

Su mundo imaginario, que sale a relucir en la letra de sus canciones, y su disciplina laboral. Seguiré aprendiendo de ella toda mi vida.

 

¿Te gustaría colaborar con tu mamá y tu hermana en algún proyecto?

Mi mamá y yo ya trabajamos juntas en una serie llamada Crónica de castas, en la que nos dirigió Daniel Giménez Cacho hace unos años. ¡Me encantaría trabajar con Tessa! (guiño a directores interesados).

 

¿Cuál es el papel o trabajo que más te ha marcado? 

Interpretar a Ariela en Leona, largometraje que coescribí con el director Isaac Cherem y que estuvo en selección oficial en Morelia el año pasado. Estar involucrada a varios niveles en esa película requirió un nivel de compromiso y entrega delicioso.

¿Qué te gustaría lograr en un futuro próximo, en el tema profesional?

Más y más. Lo único que ambiciono lograr es simplemente sobrepasar mis propias expectativas, escoger proyectos que representen algún reto, estar presente y disfrutar del proceso. Claro que me interesaría por ejemplo trabajar en Francia (donde estudié la universidad) o en Inglaterra (donde estudié actuación): son sueños que tengo desde hace mucho, pero estar en el aquí y ahora me es muy importante. 

 

¿Cómo es vivir entre Nueva York y México? 

Me siento muy afortunada de poder ir y venir entre estas dos grandes ciudades y de trabajar en ambas. Son mundos completamente diferentes. Ciudad de México refuerza mi ego y Nueva York lo destruye. 

 

¿De dónde sacas inspiración? 

¡De donde sea! Siempre estoy en búsqueda de música nueva y, sin embargo, la música clásica es de lo que más me mueve. Tengo épocas en las que me obsesiono con las carreras de actores o actrices específicos y veo todo lo que han hecho. Ahorita por ejemplo es Juliette Binoche. 

 

¿Quién es tu director favorito? 

De la misma manera que con los actores, depende del momento. Tengo mis favoritos de siempre como Bergman o Cassavetes, pero recientemente las películas que más me inspiran son Code inconnu de Haneke (con Binoche) y Guerra fría de Pawlikowski. 

 

¿Cómo definirías hasta el día de hoy tu trayecto artístico, lo que te hace sentir?

Así como es difícil definirse a una misma, y a veces contraproducente, es difícil ver el trayecto artístico propio con suficiente objetividad. Me siento muy agradecida por los proyectos que han llegado a mí, y por la gente con la que he podido trabajar. Lo que he hecho ha sido muy variado, no sé si haya mucha cohesión entre un proyecto y otro, pero como actriz siento que así es mejor. Como dijo Alan Rickman muy cándidamente sobre su carrera: I just lurch from indecision to indecision.

 

Un día en la vida de Naian es…

¡Hiperactivo! Yoga (indispensable), el qué y dónde voy a comer son decisiones muy importantes y a veces lo demás se tiene que acoplar a mis antojos, preparar o ir a alguna audición (o trabajar si estoy en proyecto), convivir con la gente que amo, salir a tomar fotos, sentarme en algún café a escribir y leer.