Benny Emannuel: cuando ves una película en compañía del protagonista

Por Miriam Villaseñor
Fotografía: Michael Luppi
Realización: Fer Aragonés

Cream me invitó al estreno de Chicuarotes, al lado de los protagonistas, Benny Emmanuel y Leidi Gutiérrez, y del director, Gael García Bernal. No pretendo escribir mi opinión al respecto del filme; sin embargo, debo admitir que cuando terminó quedé conmovida por el sentido de comunidad del ser humano que transmite, para bien o para mal. No pretende ser una película más que hable de la violencia y la criminalidad en nuestro país, va más allá, habla de una realidad que podría ser la de cualquier lugar en el mundo, habla de las segundas versiones, las que nunca escuchamos, las de “los malos”. 

A lo largo de la cinta pudimos conocer el barrio de San Gregorio, Xochimilco, lugar del que, estoy segura, habíamos escuchado hablar pocos. También conocimos al Cagalera, protagonista, y con quien pasamos de la angustia a la risa prácticamente todo el tiempo. 

Benny Emmanuel, el actor que lo representa, tiene 22 años, acaba de ganar un Ariel por revelación actoral y desde hace varios meses lo hemos estado viendo en plataformas como YouTube y Netflix, y también en la pantalla grande, en donde seguramente lo veremos más seguido. A propósito del estreno, le hice una serie de preguntas. Es inspirador conocerlo y saber que tiene muy claro que lo que está viviendo es su sueño: contar historias. 

¿Cómo construiste tu personaje dentro del contexto que se plantea en la película?

Desde que leí el guion entendí el contexto o marco social en que se ubicaba Chicuarotes. En la preproducción, tres semanas antes, me fui los fines de semana a dormir con Gabriel Carbajal (Moloteco), que es originario de Tulyehualco, un pueblo vecino de San Gregorio, para empaparme del mundo chicuarotesco. También hicimos talleres en los que leíamos un poco de cada escena para interactuar, encontrar tonos: Dolores, Leidi, Gabriel, Daniel Giménez, Gael y yo. Afortunadamente para mi profesión, he vivido en diferentes lados de México y conozco distintas aristas de la sociedad.

El Cagalera es un personaje que amamos y odiamos a lo largo de la película. ¿Crees que hace falta que veamos a más Cagaleras para entender la verdadera situación por la que pasan barrios y comunidades de México?

Más allá de ver a más Cagaleras, creo que lo útil sería empatizar más con la gente. Con todos. Con el que te limpia el coche, con el que te vende algo, con el que te echa aguas, con el que te ofrece una sonrisa. Diría que hay realidades en nuestro país y en el mundo, que son ajenas a mucha gente porque nos hace falta información y practicar la empatía, en general.

¿Has cambiado a partir de que conociste otras realidades como la del Cagalera? ¿Te ha influido en lo personal el haber compartido su contexto?

Definitivamente. Te recuerda una cara de la sociedad que está ahí, con la que a veces vivimos, como si nada. Me recuerda la invisibilidad, o lo importante que nos sucede como humanos y podría pasar desapercibido. 

¿Cómo fue trabajar con Gael como director? Siendo el también actor, ¿fue diferente la experiencia?

Sí, fue cómodo y diferente. Gael es un dude muy sensible y generoso. Adjuntamos eso a lo bien que conoce el set por los años que lleva ahí, y la increíble sensibilidad y creatividad actoral que tiene, el resultado es una comunicación fascinante en el set. Un lenguaje local.

¿Por qué ver Chicuarotes? ¿Qué es lo importante de la película?  Ahora que ya la vi, me gustaría que me dieras tu propia recomendación para los que no la han visto.

Es importante que este tipo de historias vean la luz, porque retratan problemas sociales (no solo locales) de una manera diferente, en este caso, ubicados en el increíble y único Xochimilco. Y lo hacen también para, de alguna manera, buscar soluciones y respuestas. Además es una película mexicana, juega en una línea delgada entre comedia negra y tragedia, parte de indiscutible de nosotros, los mexas.

Hace un tiempo, compartiste una foto con un Ariel prestado y comentaste que un día te ganarías uno. Ahora que ya tienes el tuyo, ¿cómo vives este sueño?

Increíble, pero a la vez muy random. Es gente que conforma la academia, talentosísima, pilares de nuestra industria, a la que admiras profundamente, y están reconociendo tu trabajo. Es gratificante. Es una de esas cosas que como creador anhelas, porque queremos que el mensaje de las historias que cuentas, llegue e impacte de alguna manera, porque eso es el arte. Pero random porque fue con De la infancia, peli que hice hace diez añotes, jaja.

¿A quién admiras? ¿Con quién te gustaría trabajar del mundo del cine?

Soy afortunado, me ha tocado compartir set con las personas que más admiro. Me gustaría ser dirigido por Guillermo del Toro, Roy Anderson, Pablo Larraín, Iñárritu, Spielberg, Luis Estrada, Roman Polanski, pfff, miles. Jaja.

¿Cuáles son las películas que más te han influido como actor?

Diarios de motocicleta, Amores perros, El pianista, Inteligencia artificial, La ley de Herodes, Kramer contra Kramer, Los olvidados, Birdman.

¿Tienes un actor o actriz favoritos?

Varios. Robert De Niro, Michael Fassbender, Gael García Bernal, Al Pacino, Frances McDormand.

 

Los que viven de lo que más les gusta, gozan de un privilegio. Para ti, que vives el día a día de esta manera, ¿hay más metas por cumplir o prefieres el aquí y el ahora?

Hay más metas por cumplir, claro. Personalmente, siempre hay una búsqueda constante de ese no se qué para querer crecer, creo que viene de la vaciedad que me deja contar historias con las que me identifico. Siempre dejas algo de ti ahí, es como un ciclo. Me gustaría poder estar más en el aquí y ahora.

¿Qué sigue para Benny? ¿Estás trabajando en nuevos proyectos?

Terminé rodaje, hace un mes, del último filme del gran Ernesto Contreras, un personaje padrísimo en una historia llamada Cosas imposibles. Los protagonistas somos Nora Velázquez, Andrés Delgado y yo. Quisiera seguir contando historias que a mí me gustaría ver, porque manejan temas de la inmensa complejidad humana, o retratan lo que fuimos, somos o seremos.