Cada exposición de este cinturón de fuego hace eco de uno de los cuatro tipos principales de combustión: lenta, rápida, espontánea y explosiva.
De vertiginosa a contemplativa, la exposición de Julian Charrière, «Earth listens when you speak», aborda los apremiantes peligros de una combustión rápida debida al cambio climático, explorando especialmente el delirio de la industrialización y su connivencia con los recursos no renovables.
En «Fatebe Gogo LagoAlgo», Ebecho Muslimova y su característico personaje femenino y burlesque, Fatebe, se apodera de los muros de LagoAlgo, haciendo estallar su arquitectura, con paredes que apenas pueden contener su presencia, como una combustión espontánea.
En un espíritu de protesta e indignación explosivas, Artists Against the Bomb reúne cientos de pósters, tanto históricos como comisionados, diseñados por artistas que reclaman el desarme nuclear universal para generar un cambio imperativo y urgente y alcanzar la paz.
Mientras tanto, las vibrantes masas de Ana Montiel realizan una suerte de sinestesia, pintando con aire los factores que a menudo pasamos por alto, las cosas que no tenemos en cuenta. La artista reconcilia lo liminal y lo tangible, lo eterno y lo efímero, lo monumental y lo microscópico, lo natural y lo cultural.