VANE BON: MOTOTAUT
Por Álvaro Valadez
Foto / Maj Lindström
Contrario a lo que podría pensarse, en el cada vez más complejo, estridente e irracional sistema de la moda, no es tarea fácil encontrarse con personas cuya visión y talento, además de sobresalir, también destaquen por poseer la creatividad, la autenticidad y la inteligencia necesaria que les permitan construir un universo personal cuya “magia” sorprenda, conecte e inspire. Es el caso de la diseñadora de moda Vanessa Bon, una joven mexicana quien tras realizar sus estudios en Central Saint Martins y la Universidad de Westminster en Londres, presentó en el 2020 la colección debut de su firma homónima VANE BON titulada “Over The Galaxy of the Ultra-Vixens” en el marco de London Fashion Week. Con una importante experiencia profesional en firmas como Machine-A, Thom Browne, Mary Katrantzou y Kiko Kostadinov, las creaciones de VANE BON han sido portadas por figuras como Björk, Ava Max y Rina Sawayama. Tras la llegada de la pandemia y a tan solo unos meses del lanzamiento de su firma, Vanessa regresa a su natal Guadalajara en donde después de más de un año de trabajo, presentó su segunda colección “MOTOTAUT” el pasado mes de febrero. Un ambicioso proyecto multidisciplinario en colaboración con decenas de artistas y creativos locales que fusionaron su talento con el particular universo retro futurista y glamuroso de VANE BON. La nueva entrega de VANE BON (la primera hecha y presentada en Guadalajara) fusiona moda, cine y arte, la mezcla perfecta para mostrar la colección MOTOTAUT a través del fashion film, HOOF, dirigido por la propia Vanessa Bon con Lola Ramírez, Daniel Magaña y Mariano Rodríguez; sumado a una colección de 8 cyborgs sculptures en colaboración con Aldo Coronel y una serie de pinturas realizadas en conjunto con la artista Annie Álvarez. La “magia” de VANE BON consiste no sólo en su capacidad de generar y compartir emociones con las personas sino en su poderosa capacidad de crear una comunidad. VANE BON apuesta por un mundo y un futuro alternos, en donde aún existe espacio para la fantasía, la diversión, la autenticidad, los excesos y en donde las posibilidades son infinitas. Más siempre será más, y unidos siempre seremos más fuertes.
¿Cómo describes tu marca?
VANEBON es una marca disruptiva, vanguardista e innovadora. Una alternativa a la manera habitual de vestirse. El objetivo principal es ofrecer productos que promuevan una expresión radical y glamurosa. Una propuesta de diseño que se enfoca en el futuro y que a la vez encuentra sus orígenes en épocas pasadas. Una mezcla de destellos vintage metidos en una “vitaMix” con el fetichismo y lo deportivo.
Hablas de una mujer retro-futurista, una visión de la mujer del mañana. ¿Cómo percibes el futuro de la moda y qué papel juega la mujer en el mismo?
El futuro de la moda es emocionante, creo que existe un verdadero reto de crear algo nuevo, pero los retos son valiosas oportunidades. Está muy latente la tendencia hacia lo digital, la pasión por imaginar el futuro y aquello que habita fuera de la Tierra; me identifico con esa búsqueda y pienso que las mujeres hemos comenzado a manifestar nuestra fuerza. Definitivamente existen asuntos más apremiantes que la moda, pero la veo como un vehículo interesante para alzar la voz. Creo que después de todas las dificultades que hemos vivido como género, se aproxima un futuro donde se nos reconocerá como lo que somos: dueñas de nuestros cuerpos, nuestras decisiones, nuestra apariencia y nuestra expresión. El atuendo es una carta de presentación (en cierta medida) pero tenemos la capacidad y el poder de resignificarla, adueñarnos de todo aquello que queremos decir y comunicar con la manera en que nos vemos. En un mundo tan volátil y lastimoso para nuestro género, se trata de expresar firmeza y decisión en lo que una desea representar y no quedarnos con lo que la sociedad considera apropiado. Se trata de crear nuevos estilos, proponer y usar nuestra voz.
Después de estudiar por varios años en Londres y arrancar tu firma en la capital inglesa, ¿por qué decides regresar a México y establecer tu marca en tu natal Guadalajara?
Al graduarme quería quedarme en Europa para trabajar en la moda, al igual que todos no imaginamos que llegaría una pandemia. Encontrar trabajo siendo extranjera, resultó imposible. Quería quedarme para aprender más, crecer bajo la protección y estructura de una marca establecida para después regresar con ese know-how a México y crear mi propia línea. La vida es sabia y a veces toma las decisiones por ti cuando titubeas. Me regresé a Guadalajara como resultado de la pandemia y encontré (casi sin querer) un paraíso de materiales, mano de obra y un mundo de creativos talentosísimos con quienes he hecho mancuerna. ¡Nunca he estado más agradecida que hoy!
El lanzamiento oficial de tu marca fue el pasado mes de febrero en Guadalajara, en un evento que no solo involucró moda, sino una experiencia de “inmersión total” a tu universo creativo. ¿En qué consistió esta presentación? ¿Por qué es importante para ti fusionar diversos sectores del arte con la moda y generar un trabajo colaborativo con artistas locales?
¡Fue algo muy emocionante! Esta presentación fue mi manera de introducirlos al mundo de VANEBON, todas aquellas referencias retro-futuristas y disruptivas, pero llevadas más allá de la ropa. Este universo del que les hablo es uno que busco curar de manera impecable, innovadora y excelente. Afortunadamente en Guadalajara encontré increíbles creativos, cada uno con una visión extraordinaria y una disciplina artística diferente. La verdad es que la mayor parte del tiempo me preguntaba: ¿por qué se les ocurrirá subirse a este barco, si soy una marca emergente? Creo que nos juntamos porque todos tenemos en común esas ganas desesperadas de hacer algo grande. Una de las cosas más valiosas que me enseñaron es que para crecer nuestro universo creativo y hacerlo con los más altos estándares, hay que asociarse con aquellos que dominan los campos que a uno le interesan.
MOTOTAUT es el nombre de tu nueva colección ¿Cuál es la inspiración y el concepto detrás de este trabajo?
MOTOTAUT es una palabra donde mezclé las palabras en inglés motor y taut. El objetivo inicial de la colección era crear un paralelo visual entre la mujer y el automóvil como objetos del deseo y retar esta perspectiva a través del movimiento. Moto se refiere a todo lo automotriz, como los cortes, bordados y estampados que abundan en la colección, y el Taut es referente a la tensión, aquello que se estira, como los diferentes materiales de látex y mesh que utilicé. Pieles sintéticas son bordadas cual asiento de un Porsche antiguo, recorren curvas y terminan en cortes afilados, mini-bikinis se componen de suaves fruncidos de terciopelo y brillantes gotas de cristales. Un statement de dinamismo, lujo, y espléndida sensualidad.
¿Cómo fue el proceso de realización del fashion film HOOF? ¿Por qué optaste por un producto audiovisual para presentar tu nueva colección?
Para HOOF me contactaron Mariano Rodríguez, Daniel Magaña y Lola Ramírez. Tenían un proyecto de video-danza y pensaron en colaborar conmigo para hacer una pieza audiovisual. Me cayó como anillo al dedo su propuesta de mezclar danza y moda. Lo que inicialmente iba a ser una pieza corta de dos o tres personajes, terminó siendo una pieza audiovisual con dieciocho personas en escena, altamente prostetizados, con pelucas y uñas custom, cuatro sets escenográficos, un caballo de 700 kg y mucho más. Fue mágico ver la suma de voluntades que se unieron a HOOF, tanta gente emocionada por poder poner algo de sí en esta verdadera locura. VACR nos creó zapatos diferentes para cada personaje, CM Films nos patrocinó el equipo de cine, Grupo Très Bon la hermosísima locación, Marifer Cosmetics el maquillaje, AB Autopartes cientos de faros y defensas, e Hípico Santa Ana al imponente caballo. La producción, el arte y la entrega absoluta de todos los actores bajo la dirección de la majestuosa Lola Ramírez. Creo que el fashion film dictó su propio propósito: unirnos en una locura para crear un desfile de despampanante creatividad.
Colaboraste también con Aldo Coronel en una serie de cyborg esculturas en donde reflexionan acerca de la belleza, la estética, la decadencia y la tecnología. ¿Cuál fue el resultado de este encuentro creativo? ¿Qué papel juega la tecnología en tu trabajo?
La tecnología es algo fascinante para mí, me parece impresionante como registro de la evolución humana. Esta colaboración con Coronel es el inicio de la tecnología integrada por primera vez en mi visión. También el inicio de una próspera relación artística entre los dos. Conocí a Aldo, platicamos y me enamoré de su mente creativa, su serenidad y su seguridad de poder materializar todo aquello que se nos ocurrió. Siento una gratitud enorme por su trabajo y el de todo su equipo. Nuestras sirenas ciborgs son un gran highlight del proyecto.
La pintura también es parte de esta entrega, una disciplina que trabajaste en conjunto con Annie Álvarez. ¿En qué consiste esta serie de obras y cómo se integra con el resto del proyecto?
Annie Álvarez fue de las primeras personas en subirse al barco. Apenas había llegado a Guadalajara cuando me encontré su trabajo en Instagram y me enloqueció. Tiene una manera hermosa de retratar y capturar esencias en su obra, aparte de un gran ojo para agregar detalles y técnicas únicas. Creó tres pinturas basadas en la inspiración visual que yo había usado como punto de partida de la colección y tuve la fortuna de que me retratara. Annie ha sido un apoyo incondicional desde el inicio.
¿Cuál es tu concepto de belleza y como lo plasmas en tus creaciones?
Para mí la belleza reside en el contraste, creo que es imposible apreciarla en su totalidad sin que este exista. Trato de buscar lo estético en el cine, en la música, la fotografía y el arte. Crear mezclas interesantes que redefinan su significado. La belleza la encuentro en los acentos, en los brillos, en los verdes vivos y en los rojos, en lo lustroso de los charoles, y en lo dulce de los terciopelos, pero siempre entendiendo que nada brillaría de la misma manera si estuviera por sí solo.
En estos tiempos tan complejos y obscuros, como mujer y como diseñadora independiente, ¿qué representa la moda para ti? ¿Cuál es su papel en el contexto actual?
La moda para mí representa un lenguaje, es la manera en la que mejor me comunico. A través de cortes y texturas. Es algo que a veces me cuesta creer que me puedo dedicar a ella todos los días, estoy enamorada de ella. Me doy cuenta de que no se trata de prendas para el cuerpo sino de una manera de sentir y hacer sentir. La moda es infinita en su manera de reinventarse, es consciente, tiene una historia y un futuro. Está viva y me da vida.
¿Cómo percibes a esta nueva generación de creativos mexicanos a la cual perteneces?
La verdad es que me inspiran enormemente. Creo que actualmente existe una ola enorme de creatividad en México y muy pronto los ojos del mundo estarán puestos sobre nuestro país. ¡No lo digo por cursi! Es una realidad que grandes artistas de todo el mundo, desde el comienzo de la pandemia han venido a dar a nuestro país. Justo la marca para la que trabajaba en Londres (Kiko Kostadinov) vino a grabar su pasarela a CDMX y no lo podía creer. Creo que tenemos a mentes brillantes como Bárbara Sánchez-Kane, Barragán, Paloma Lira, por mencionar algunos de mis diseñadores nacionales favoritos. Me encanta ver sus propuestas, creo que no hay nada mejor que estar rodeado de tanta creatividad y una extraordinaria diversidad como la de nuestro país.
Recientemente Björk utilizó uno de tus vestidos para su concierto en Los Ángeles. ¿Cómo fue esta experiencia? ¿Qué representa esto para ti en lo personal y como marca?
Esta sin duda ha sido la mejor experiencia del año (y probablemente de mi vida). Björk es la definición por excelencia de la mujer para quien yo diseño todos los días, la amo y la admiro en todos los niveles. Sigo pellizcándome para creer que la vestí (de hecho, vienen más sorpresas con ella). Su estilista me contactó por Instagram y creí que era una broma, pero no: ¡dios bendiga al algoritmo! Me pidieron un vestido de mi colección para verlo en persona en Islandia y hacer un fitting. Recibí feedback de que Björk lo amó pero que no le había quedado. Entonces me preguntaron si podía hacerle uno custom-made y obviamente dije que sí. Al ser un vestido tan complejo, compuesto de cientos de cables de silicón en los costados, mezclas de mesh, textiles compuestos, bordados a mano, estructuras y metros de terciopelo fruncido, nadie, absolutamente nadie en la ciudad lo quería hacer. También yo era muy nueva de vuelta en Guadalajara y no conocía al equipo de modistas tan extraordinario que ahora conozco. Fue una experiencia bellísima porque desde mi ingenuidad fui muy transparente con el equipo de Björk, les dije que no encontraba nadie que lo pudiera hacer y yo no me animaba a patronar para la mismísima “reina”. Tan espléndido fue su equipo que me consiguieron ellos a la intermediaria que después creó el equipo en CDMX para hacerle su orden. Una vez más, una mezcla de voluntades providencial. Me sentí muy acompañada, apoyada y respaldada, no podía creer que ese nivel de gente tuviera la atención de apoyarme con un equipo en mi propio país y su infinita paciencia mientras “me encontraba” en la industria mexicana. Fue un verdadero honor trabajar con su equipo, entregarles la pieza y jamás podré explicar la sensación en mi corazón cuando me dijeron minutos antes “se lo va a poner en el escenario en Los Ángeles esta noche”.
¿Qué planes tienes para VANEBON?
VANEBON va a empezar con el pie o hoof derecho. Todas estas colaboraciones me han inspirado a siempre querer seguir haciendo más y mucho más grande, brillante y mejor. Planeo seguir expandiendo la línea, desarrollando colecciones cada vez más dramáticas y completas, deseo desesperadamente hacer cine otra vez y ojalá pueda hacer una entrega anual de fashion film. Las colaboraciones artísticas siempre estarán en lo más alto de mi lista de prioridades para el crecimiento de la marca. En fin, lista para lo que sigue.